Prepara tu aguja e hilo
– Para estos ejercicios no es necesario un hilo
en específico.
– Al enhebrar el hilo en la aguja no olvides
hacer un nudo para que tengas un tope al dar
tus primeras puntadas.
– Recuerda que el número de hebras que
utilices dependerá del detalle que quieras
bordar. A más hebras, mayor volumen tendrá
el detalle.
Punto atrás
El punto atrás nos permite tener puntadas más pegadas para trazar líneas rectas o curvas.
– Haz una primera puntada por detrás de la tela, al principio de la línea que quieres bordar, y
jala el hilo hasta sentir al nudo. Da una siguiente puntada, esta vez por el frente de la
tela, avanzando un poco.
– Avanza con una siguiente puntada por detrás de la tela y asegúrate de avanzar.
– Da un punto hacia atrás, justo donde terminó el punto anterior. Parecerá que estás regresando.
Las puntadas largas te servirán para líneas rectas y las puntada cortas, paras líneas curvas.
Punto tallo
– Haz un punto por detrás de la tela, en el
extremo de la línea que queremos trazar y
avanza un poco para dar una siguiente
puntada por el frente.
– Ahora, inserta la aguja para regresar al punto
inicial. Aquí volverás a salir con el hilo y la
aguja al frente del bastidor.
– Avanza un espacio más de la línea con una
nueva puntada, y retorna al punto final de tu
segunda puntada. Ahora puedes repetir el
proceso.
Punto satín
Este punto nos permite llenar formas de manera
plana y prolija.
– Comienza con un primer punto detrás de la tela
y da una puntada al otro extremo del punto.
– Repite, hasta cubrir la forma.
– Para formas pequeñas, la tela te quedará
bordada por ambos lados.
– Para formas más grandes puedes dar la
puntada por detrás de tela justo al lado del
último punto, cuidando no entrar en el. Esto te
permitirá ahorrar hilo.
Hazlas una al lado de la otra para no dejar espacios
vacíos y conseguir un acabado prolijo.
